Isabel Casado
Desde abril del año pasado Isabel se desempeña como Coordinadora de Programas de Educación Continua en el DIEG, su primera incursión en el rubro universitario luego de haber trabajado en institutos de educación superior. Su anterior trabajo era 100% remoto, según relata, por lo que iniciar a media jornada en un cargo presencial le pareció un buen punto de partida. Describe su cargo como aquel que es responsable del buen funcionamiento de los programas de educación continua, desde la admisión, hasta su graduación. Incluyendo magíster profesional y diplomados. Su labor favorita corresponde a la gestión del proceso de admisión, donde se transmite información a los postulantes que luego toman la determinación de estudiar en la PUC “hacemos entrevistas uno a uno. Como muchos estudiantes participan del programa de manera remota, les gusta mucho ver una cara en esta entrevista”. Los programas reciben postulaciones internacionales, provenientes de países como Perú, México y Costa Rica, por lo que le resulta reconfortante el intercambio con esa diversidad de culturas y personas. También destaca el cumplimiento de metas “15 (matrículas) es la meta y logramos 27, yo creo que lo hicimos bien, sino no habríamos llegado a esos números”. De su experiencia trabajando en la Escuela de Ingeniería, Isabel destaca el apoyo de sus pares de otros Departamentos “les escribí por Teams, y me dijeron llámame, te ayudo”. A nivel personal, resalta las actividades que la Universidad ofrece para la familia “en verano hay vacaciones y el campus está lleno de niños, uno es el hijo de la secretaria, otro el hijo del profesor, etc”. Como anécdota menciona el haberse quedado hasta tarde en el campus un día de su semana de ingreso, producto de una graduación “era de noche y yo vengo a trabajar en auto, estaciono en Benito Rebolledo. Cerramos aquí a las 11 de la noche y estaba todo vacío, llegué al estacionamiento y estaban todas las puertas cerradas, no hallaba por dónde salir”. Finalmente dio una vuelta en el auto y logró encontrar una salida abierta, pero pensó por un momento dejar el auto estacionado e irse en metro a su casa. Hoy en día reconoce como desafío que el programa logre cumplir con las metas de admisión proyectadas, satisfacer las expectativas. En el mediano plazo también aspirar a que el programa pueda crecer, y con ello también el equipo, generándose nuevos puestos de trabajo. En sus tiempos libres disfruta mucho salir a comer junto a su pareja, buscar nuevos lugares e investigar aquellos de renombre “nos apasiona mucho a los 2 y mi hija forma parte porque nos acompaña 24/7 en todo lo que hacemos”. También destaca los tiempos de descanso o minivacaciones durante el año, donde aprovecha de salir de Santiago junto a su familia “hay gente que cambia el teléfono, yo tengo uno todo quebrado, pero me fui 6 veces en el año a la playa”, siempre junto a su pareja y su hija que pronto cumplirá 7 años, cuyo nombre es Martina “significa Diosa del planeta Marte”. Isabel es hermana del medio, tiene dos hermanos. Todos ellos siempre han vivido en Santiago, pero ella no descarta la posibilidad de vivir fuera de la capital en un par de años más, quizás cuando su hija ingrese a la Universidad. Agradecemos a Isabel por recibirnos en su puesto de trabajo con tanta amabilidad y por compartirnos su historia.