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Andrea Bravo

Andrea cumplirá 13 años trabajando en la Escuela de Ingeniería en el cargo de Analista de Proyectos, en la Subdirección de Control de Gestión y Proyectos de Investigación. Recién llegada desde Concepción en el 2012 fue contactada para el cargo por la Universidad tras haber postulado previamente a otra convocatoria. Recuerda el reducido tamaño de los equipos en ese momento: “éramos 2 analistas para proyectos, 1 persona en recursos humanos y 1 persona en finanzas para toda la Escuela”.

Asocia su cargo a la interacción con personas internas o externas relacionadas a proyectos: “este cargo tiene harto de conocer diferentes tipos de personas, además voy viendo el movimiento y cumplimiento del presupuesto”. La idea es velar por que los procesos se lleven internamente de la mejor manera, según describe. Su parte favorita es el trabajo en equipo: “no me vería trabajando en algo puntual sola”, siendo relevante cuidar una buena comunicación. Actualmente reconoce que en el área de proyectos: “hay harta confianza, si alguien tiene un problema lo conversamos para ver cómo lo abordamos todos”. Con los proyectos se viven experiencias que vale la pena intercambiar en el equipo, así se extraen aprendizajes y refuerza el vínculo.

Su experiencia trabajando en la Escuela ha sido enriquecedora; Andrea describe haber vivido diferentes cambios: “ha habido hartas mejoras, enfocadas en primer lugar en las personas, sin descuidar los procesos”.

Como anécdota, recuerda las primeras celebraciones que vivió en la Escuela, como las de fiestas patrias: “se salía de la formalidad, la gente se sacaba la corbata y participaba de los concursos”. Valora mucho los espacios de convivencia, ya que se vive gran parte de la semana en el lugar del trabajo; es bueno hacer comunidad. En se sentido también recuerda su participación en el equipo de Ingeniería 2030, un proyecto que amplió las relaciones entre profesionales y administrativos. Por último, no puede dejar de mencionar su participación en pastoral de la Universidad, donde pudo realizar visitas a un hogar de niños y organizar junto a ellos un paseo a la granja educativa de Lonquén.

Sitúa como desafío a futuro adquirir mayor dominio del inglés: “nuestro trabajo requiere poder interactuar un poco en inglés, ya que nosotros trabajamos con gente que viene del extranjero”. Con sus hijos más grandes, Andrea ve más posibilidades: “me abro a todas las opciones”, ahora ha retomado el acceso a instancias de formación a través de Buk, como el curso de Pensamiento Crítico.

Sus tiempos libres los destina a compartir con sus hijos, uno de 10 y otro de 7 años: “además de la responsabilidad de ver su escolaridad, nos gusta salir a pasear, llevarlos a parques, tener por ejemplo una tarde de bicicletas”. Andrea disfruta de ir al cine y considera que se le dan bien las manualidades: “me gusta harto crear de manera espontánea, que fluya la creatividad”.

Agradecemos a Andrea por recibirnos en su puesto de trabajo con tanta amabilidad y por compartirnos su historia.

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