María ingresó a trabajar a la Escuela hace 35 años, desempeñándose en aquel entonces en los Departamentos de Ingeniería Eléctrica, Gestión de la Construcción y Ciencia de la Computación.
En su trabajo cotidiano María proporciona el material que no se encuentra digitalizado, asesora y apoya realizando búsquedas de material focalizadas según requerimientos de académicos y estudiantes de postgrado principalmente. Recuerda cómo: “anteriormente debía procesarse el material y catalogarlo, actualmente como han cambiado las cosas también ha cambiado mi perfil”. Dentro del Departamento de Ingeniería Eléctrica se encarga de las charlas y difusión de investigación, junto a la mantención de la página web, mientras que en el Departamento de Ingeniería y Gestión de la Construcción se aboca a la revista departamental: “está siendo una revista emergente en el web science”. Su labor se orienta a mantener la forma de los papers contenidos en cada edición, en la parte de producción: “también se envía a ANID, ya que la revista está en la base de datos de revistas científicas chilenas”. Este proyecto, que cuenta con ediciones trimestrales y 1 especial anual, corresponde a una de sus funciones que más disfruta en la actualidad.
María describe su experiencia en la Escuela como muy buena: “en un comienzo era nómade, me movía de un lugar a otro para realizar mi trabajo, pero luego de la pandemia me fui quedando semanalmente en cada Departamento”. El trabajo en la Universidad es descrito como grato en sus diferentes espacios: “algo que destaco es el respeto, siempre se da un trato muy cordial y últimamente he sentido que se ha tomado muy en cuenta mi trabajo, se ha valorado”.
Como anécdota, María recuerda algunas de las caídas que ha sufrido en el campus, “anteriormente había un casino donde está el Castaño. En una oportunidad saliendo de ahí pisé mal y me caí, pero mi compañera me levantó rápidamente y nos reímos mucho rato”.
María se describe como alguien principalmente de casa, en sus tiempos libres le gusta bordar, “también voy al teatro y a ver música, mi sala de teatro favorita es Matucana 100”. Tiene un hijo de 30 años que estudió sociología y 2 gatas indoor: “en el techo alimentamos a más”.
María ha vivido en Santiago a lo largo de su vida, aunque no descarta en un futuro habitar en otro lugar de Chile menos ajetreado en comparación a la capital.
Agradecemos a María por recibirnos en su puesto de trabajo con tanta amabilidad y por compartirnos su historia.